Sam y Dean investigan unas desapariciones que están ocurriendo por todo el mundo. Kevin Tran y su madre contratan a una bruja para que haga armas para matar demonios.
Dean piensa que se esta volviendo loco porque ve cree que está viendo a Cass, cosa imposible ya que estaba en el Purgatorio y posiblemente muerto. En otro lugar, la bruja que contratan Kevin y su madre les traiciona y les entrega a Crowley, que vuelve a secuestrar al chico, pero su madre logra escapar y llama a los hermanos para que le ayuden a encontrar a Kevin.
Los Winchester descubren que Cass había salido del Purgatorio y los estaba buscando, no eran visiones de Dean. El ángel les dice que todas las personas desaparecidas son profetas, al igual que Kevin. Por lo tanto, cuando reciben la llamada de la Sra. Tran van a salvar al chico.
Consiguen salvar al chico gracias a Cass y recuperan la mitad de la tabla, siendo Crowley quien se lleva la otra mitad. Cuando salen Dean le pide a Cass que le cuente como salió del Purgatorio. El ángel le revela que no quiso salir con él porque tenía que expiar los pecados que había cometido.
Al final del capítulo se ve a Castiel como va a una oficina y habla con un ángel, el que le saca del Purgatorio, y le dice que tiene que ir con los Winchester y contarles a los ángeles todo lo que los hermanos descubran. Él se niega, pero no le queda otra opción, no sabrá si quiera que ha ido a ese lugar, simplemente será llamado.
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